La función de Madre es “La obra perfecta de la Creación”, la piedra angular del edificio de la vida humana sin la cual no habría edificio, ni vida. Porque “ser Madre” no se limita a gestar hijos, traerlos al mundo y criarlos.
Ser madre es soñar al hijo mucho antes de concebirlo, es intuirlo, desearlo, sentirlo, necesitarlo…, como si él tuviera el poder de conferirle a ella su naturaleza y sentido.
Ser Madre es subir al Cielo y buscar un Alma que ya siente en la suya, y encontrarla, y comenzar a amarla y a hacerle un hueco en su cuerpo para que venga, y un espacio primoroso en la casa familiar… Y asignarle un nombre elegido entre mil.
Ser Madre es acogerlo en su seno y entregarle su cuerpo para que tomando de él construya el hijo su propio cuerpo.
Ser Madre es sentirlo en su vientre y en su corazón , emocionarse ante su latido, volcar en él toda su atención, adaptar su vida a él y vivir por él…, hasta fundir su vida en la del hijo. Ser Madre es hacerse una con el hijo, estableciendo un vínculo con él que jamás será interrumpido ni por el tiempo ni por la distancia.
Ser madre es crear un espacio protector permanente en torno al hijo que nuestros antepasados concibieron a modo de protección divina, siempre presente, y le llamaron Ángel de la Guarda…, nombre celestial de un sentimiento y predisposición innatos en el alma de toda Mujer, de una Gracia o un Don que la eleva hasta sentirse madre protectora, sensible y atenta con todo lo viviente, compasiva; una manera de ser, aun si ella no tiene hijos biológicos propios
Ser Madre es una función que no termina nunca…, como la de Dios.
Créetelo Mujer. El Mundo te necesita, y somos muchos los varones que creemos en ti.
Félix Gracia (por El Día de la Madre, Mayo 2025)) y recuerdos de mí.